viernes, 23 de noviembre de 2012

EL SOLISTA 
(Joe Wright)

El experto en adaptaciones literarias Joe Wright salió airoso de la adaptación de Orgullo y prejuicio y Expiación, dos grandes novelas muy difíciles de llevar a la pantalla. Para su tercer largometraje, ha echado mano de un texto menos célebre, basado en una historia real. “The Soloist: A Lost Dream, an Unlikely Friendship, and the Redemptive Power of Music” recoge la relación de Steve López, columnista de Los Angeles Times, con Nathaniel Ayers, un particular indigente.

El solista comienza cuando López –poco después de sufrir un aparatoso accidente de bicicleta– descubre en la calle a Ayers, y queda absolutamente sorprendido de que un vagabundo perdido demuestre un inusitado virtuosismo para tocar el violín, a pesar de que el suyo tiene sólo dos cuerdas. Tras investigar un poco su trayectoria, comprueba que fue alumno de violonchelo de un prestigioso conservatorio, y escribe en su periódico sobre él. Su trabajo conmueve tanto que incluso una profesora de música le manda al periodista un violonchelo que ya no usa, para que se lo regale al vagabundo. López le ofrece el instrumento si acepta que le internen en una casa de acogida. Además, sigue escribiendo sobre Nathaniel, y sobre la esquizofrenia que le obligó a dejar su carrera.

El guión de Susannah Grant (En sus zapatos) se ha tomado ciertas libertades, pues presenta a López como un divorciado –el auténtico personaje está felizmente casado–, para que el personaje esté más solo, y necesitado de relacionarse con otro ser humano. También ha fusionado las dos hermanas que tiene en la vida real Ayers en una, para simplificar la historia.

Wright rueda con dinamismo y bastante corrección y es capaz de sacar elaboradas interpretaciones a Robert Downey Jr. (el periodista en busca de temas de tirón), Jamie Foxx (como un músico esquizofrénico, muy distinto al otro músico, Ray, que le consagró junto con Collateral). No tiene malos secundarios, pues por ejemplo Catherine Keener es la ex mujer del protagonista. Y cuenta de nuevo con el talento del músico Dario Marianelli, oscarizado por Expiación, que mezcla sus temas con grandes obras de Beethoven, convirtiendo a la música en la gran protagonista. Es también un film positivo, de interés humano, que llama la atención sobre la situación de los vagabundos en las grandes ciudades, la necesidad de la amistad, y la imposibilidad de ser unos "dioses" que resuelven completamente los problemas de sus semejantes.

¿Qué le falla entonces? Aunque Wright atrae la atención del público al principio, poco a poco el film se desinfla, porque la historia no da más de sí, y no logra conmover todo lo que pretende.



No hay comentarios:

Publicar un comentario